
Guané y otros poemas
Tenía la edad de las gaviotas cuando llegan a la arena apenas con las fuerzas para estar, y se desploman.
Tenía la edad de las gaviotas cuando llegan a la arena apenas con las fuerzas para estar, y se desploman.
Dejas abierto el llanto: que cada gota escurra. Dejas pasar el tiempo hasta que pase.
La historia de una niña, con defectos congénitos, a quien pocos supieron querer, y una amistad (el recuerdo de ella) que sobrevive el paso de los años.
Por más perturbador que le resultase, sentía también algo violentamente urgente y necesario en aquel acto de imaginación de su esposa.
El espíritu humano no tiene fecha de caducidad, y el cuerpo, al menos eso intuyo, deriva su energía y su vitalidad de ese espíritu y esos sueños que no dejamos morir.