Home

Este conjunto muy pronto será: B = { LÚC, ELA, EDDLT}

EDDLT = El día en que dejamos la tierra

La última caricia & El libro azul —> available HERE.

___________________________________///////////////////_______________________________________

EL LIBRO AZUL

El libro azul ya está disponible en Amazon (.com, .co.uk, .de, .fr, .es, .it, .co.jp) y en las librerías El Candil (Ponce, PR). Tal vez también esté en El laberinto (Viejo San Juan, PR) y Quimera (Viejo San Juan de Puerto Rico), pero aún si no lo estuviera ya, vale la pena pasar por allí: El Candil, El laberinto y Quimera son lugares mágicos.***

¡El libro azul (SnowFountain Press) ha sido galardonado con un Premio PEN Puerto Rico Internacional! 🥂🎉

<<Yo quiero simplemente captar la hoja / cuando va cayendo / liviana sobre el aire en sus vaivenes”, reza un poema de este libro, y en esas palabras se encierra el sentido de la poesía de Mónica Vargas, su lucha para encontrar en cada página y en cada verso la expresión a un tiempo más precisa y liviana, la menos arropada de autoría y más cargada de anonimato, esa forma peculiar de anonimato que nos regala la tradición cuando la hemos asimilado con hondura y alegría. Cada poema de este libro parece negar los otros, cada uno parece sacudirse el libro que lo contiene para mostrarse en toda su fragilidad, obligando el libro a comenzar siempre de nuevo. Mónica Vargas no se cansa de indagar, pero quizá debido a la variedad de miradas que ensaya en este libro habría que hablar no de indagación sino de pura y llana excursión, de ansia por dejar atrás lo sabido y de amor por lo abierto. Una necesidad de captar, de tocar y de descreer, hace que la poeta se pregunte: “¿Cómo me tengo? ¿Cómo me agarro?”, y yo quisiera aventurar una respuesta: por la música, por esa música irresistible, casi irreverente de sus versos, que es el verdadero cemento que liga todos sus poemas.>>

Fabio Morábito (autor de La ola que regresa)

El libro azul nació el 12 de diciembre de 2018. Ya está disponible en versión impresa y en versión digital en Amazon (.com, .co.uk, .de, .fr, .es, .it, co.jp) y en la librería El Candil, en Ponce, Puerto Rico.

Otros comentarios sobre El libro azul:

Este poemario es acendrado, perfecto. Una poética clara y límpida. Hay un excelente trabajo con la palabra y con la arquitectura del verso. Hermoso.”
                          
        —Alberto Martínez-Márquez (autor de La lógica de los ardides y otros poemas)

**

Desde que tuve en mis manos el primer libro de Iris Mónica Vargas, La última caricia, pude percatarme que leía la obra de una extraordinaria poeta. Ello se repite en este momento con su nueva producción El libro azul. Los poemas en verso libre aquí contenidos denotan un hábil manejo de imágenes y temática, además de revelar amplia cultura y un minucioso pulimento del verso por parte de su creadora. Algunas composiciones adquieren visos de obra dramática cuyo montaje presenciamos y en otras los versos se desplazan gráfica y ágilmente, permitiéndonos percibir dinámicas de movimiento. Una vez más nos sorprende esta joven poeta.”

Luz Nereida Pérez, Ph. D., El Candil (autora de la serie ¿Cuál es tu duda?)

**

una legítima expresión poética donde la existencia, en sus soberbios caleidoscopios se nos brinda en un verso ágil, diverso, en diferencia. La poeta, interroga, azuza, demuestra, expone, y… resplandece. ¿Qué esperar de este libro? Una inmensidad ofrecida desde una voz poética dispuesta a manifestarse sin otra intención que no sea la poesía misma es, mensajera y pórtico, es espíritu, es creación.

Marioantonio Rosa (autor de Kilómetro Sur)

**
Una gran obra. El libro azul no se parece a nada que yo haya leído antes. La obra se defiende sola con su propia estética. De forma preponderante se retoma el bastión de la filosofía y la creatividad, el diálogo interior y la búsqueda del hombre poeta.”     
Pilar Vélez-Zamparelli (autora de El expreso del Sol)
**

La poesía de El libro azul de Iris Mónica Vargas cuestiona, confronta la vida, la ciencia, la sociedad y la literatura, porque: El lápiz no escribe el verso./ Quien se mueve es el papel. Como Federico García Lorca había dicho: Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse y que forman algo así como un misterio. En El libro azul, la sensibilidad humana y científica de la escritora hermanan palabras de manera impredecible para crear múltiples misterios.

José Rabelo (autor de 2063 y otras distopías)

**

La poesía de Iris Mónica Vargas es deslumbrante, trazada con retratos íntimos que impresionan por su tratamiento ingenioso de los temas clásicos de la literatura. El lenguaje es preciso y sutil. Estamos ante una poesía cuya claridad y elegancia nos transportan a un intenso análisis de los puentes que unen presente y pasado, creación y ruina, vida y muerte. La voz poética de Vargas nos seduce con su desnudez. Memorable, sublime y conmovedora, la poesía de Vargas es un absoluto deleite literario.”
– Comentario sobre La última caricia, por Javier Ávila  (autor de The Trouble With My Name)

_____________________________________////////////////////________________________________________

LA ÚLTIMA CARICIA

photo-10

Comentarios sobre “La última caricia”

Versos Anatómicos: una lectura del poemario La última caricia de Iris Mónica Vargas” por el escritor y profesor universitario Jotacé López, Revista Cruce, 2018

De Javier Ávila:

“La poesía de Iris Mónica Vargas es deslumbrante, trazada con retratos íntimos que impresionan por su tratamiento ingenioso de los temas clásicos de la literatura. El lenguaje es preciso y sutil. Estamos ante una poesía cuya claridad y elegancia nos transportan a un intenso análisis de los puentes que unen presente y pasado, creación y ruina, vida y muerte. La voz poética de Vargas nos seduce con su desnudez. Su obra explora las diversas topografías del ser humano con precisas disecciones y esplendorosas verdades en torno a lo que nos divide y lo que nos une. Sin duda alguna, la autora demuestra dominio del quehacer poético y del conocimiento científico, dos mundos que aquí se sueldan con suma naturalidad. Esta alianza, mecanismo integral del texto, acorta las distancias entre la presencia y la ausencia para someternos a ese complejo abismo que es la nostalgia. Memorable, sublime y conmovedora, la poesía de Vargas es un absoluto deleite literario. La última caricia es una revelación. La literatura puertorriqueña se ha enriquecido con este maravilloso poemario.”

De Noel Luna:

“Lo que descubre la poesía muchas veces es la estructura irónica de la realidad: allí donde la muerte hace su estrago se esconde un latido, y del detritus de la vida brota una flor. La amorosa mirada que explora palmo a palmo el cadáver asiste al misterioso recuerdo de vida conjetural en cada pliegue o rescoldo suyo. Se lee la entereza del cuerpo o sus despojos como interrogando minuciosamente las líneas que cruzan la palma de una mano. La ruina de la vida se transforma en huella digital, en indicio certero de tiempo realmente vivido. La quietud abierta custodia el movimiento. Poeta es quien descubre la potencia incluso en la ceniza. La sobria objetividad de los poemas de Iris Mónica Vargas disimula una compasión indudable. Pasión acompasada y domado entusiasmo transforman la ilustrada disección en caricia.”

De Carlos Esteban Cana:

“Esta experiencia, la lectura de La última caricia, no ha sido otra cosa para mí que un verdadero privilegio. Fascinado queda no tan solo el lector aficionado sino quien disfruta explorar el dinámico proceso creativo. Y es que más allá del universo desplegado en estas páginas (del John Doe suicida; del cuerpo eviscerado, de la silueta de Eva; de la trangresión registrada de Adán; del trazo verde en el monitor, ese soldadito bailarín que no alcanzó al ritmo; de la casa deshabitada, sus paredes mudas, reveladoras, y el árbol melancólico derribado; más allá de los donantes; de la reliquia en que se transformó Chiaria de Montefalco; de todas las manos enguantadas que tocan la Gran Historia o manejan sin temblor el bisturí; de los pedazos del Guernica; del brillo de la navaja; de Margherita de Citta de Castello o la propia muerte, desmentida por la hipótesis escurridiza del instante y la conciencia en un vacío expansivo), estas piezas en su carácter orgánico son además un poderoso manifiesto del acto creador, del propio ejercicio poético, tal como lo plantea, entre otras piezas, la número 20, titulada Protracciones: De todo lo que es cierto, sin embargo,/ la concatenación es falsa, y el orden/ de aquello es arbitrario, lo impone/ lo lineal en esta nota,/ para que sigas vivo en tu contexto.

Otro aspecto que quiero destacar es lo que podría nombrar como vórtice en la infraestructura de contenido. Me refiero al conjunto de poemas en La última caricia que sustraen momentáneamente al lector de la materia inerte en la fría mesa de metal; una especie de paréntesis en el hilo conductor de las piezas (tal como en la clásica canción de Los Beatles A Day in the Life) que nos dirige la mirada, en cambio, hacia otros espacios habitados, a lo que hay tras la interacción entre neuronas o a ese pacto que hace palpable incluso a la propia ausencia.

Subordinado a lo anterior queda la correspondencia con la textura que un triángulo amoroso ofrece a los sonetos de Shakespeare, aquí la intriga se genera cuando la voz lírica focaliza hacia otras ‘siluetas’ –aún más fragmentadas por la poca información disponible- periféricas. Lo cierto es que este tránsito poético no desemboca en el desgarramiento total, como sucede en Silvia Plath o Alejandra Pizarnik. En estas páginas la muerte no es un callejón final sino una vía por la cual se accede a, o de la cual se desprende, la vida. Por tal motivo, la voz lírica desprende su aroma indagatorio, como en la obra de Olga Orozco aunque no de forma expansiva, en pequeñas y contenidas dosis. Y como resultado, la ecuación o emoción aprehendida tras la lectura de La última caricia se mueve en dos poderosas direcciones. Una que coloca en relieve lo esencial de la capacidad y experiencia humana: Mente/ Unidad de cuerpo/ inasequible,/ inaccesible, herméticamente/ contenida./ Si accediéranle, también,/ como a los huesos/ sobre la mesa de metal/ donde reposa/ fría la materia, entonces/ ¿dónde descansaría/ en paz/ la dignidad? (Poema 46. Pregunta final). Y otra que patentiza la máxima aspiración artística, tal como revela Vargas en el poema 10, titulado Disección: ¿Cómo es que los pies/ escandalosamente desnudos/ de la estatua de Balzac son más/ perfectamente humanos/ que los tuyos, los míos,/ y cualquier otro par de pies? Una y otra, matizada, sin embargo, por una mirada consecuentemente amorosa. (…y levanté sus párpados para mirar/ como le habían mirado alguna vez/ quienes le habrían amado. 47. La última caricia)

Pero no digo más, porque en estos menesteres siempre ando con la cautela de no usurparle a usted ni a nadie su propia experiencia. ”

_________________________________________________________________________________________

El 13 de septiembre (2014) salió en edición impresa “La última caricia”. Se encuentra disponible en Amazon.com, así como en algunas librerías de Puerto Rico. Agradezco muchísimo a Terranova Editores, por su trabajo fuerte y por la confianza que depositaron en el mío. A la artista puertorriqueña Alexandra Vega, por las maravillosas ilustraciones que engalanan el interior del libro; a los veteranos escritores Carlos Esteban Cana, Javier Ávila y Noel Luna, por su apoyo y por creer en mi trabajo; y a mi familia y amigos. Agradezco de todo corazón el apoyo de todos y cada uno de los lectores, por humilde que sea el número de ellos.

Lo que más deseo es poder haber realizado un trabajo de calidad, conforme las herramientas disponibles en este momento de mi vida, con el anhelo, además, de poder continuar creciendo como escritora, adquiriendo más y mejores herramientas de trabajo; y de poder llegar a merecerles cada vez más como lectores   – quienes quiera que sean, y dondequiera que se encuentren.

Siempre seré poeta y escritora emergente porque lo que más amo en el universo es Aprender.

Mi propósito es poder unir mis dos fascinaciones – la literatura y la ciencia, que para mí jamás han estado tan distantes como podrían parecerlo. El diálogo entre estas disciplinas es mi interés. En el camino, aspiro a, y trabajo duro para producir algo que valga la pena desde el punto de vista literario, y si lograra provocar pensarnos tal que descubriéramos algo nuevo, tal vez, de nuestra humanidad y capacidad de mirarnos con empatía, sería un feliz accidente. ¡Feliz lectura!

Les dejo un Autógrafo – comentario sabio y pertinente – del magnánimo Luis Palés Matos.

“Sobre mi propia poesía yo no tengo opinión.

Sólo puedo decir, desde un punto exclusivamente

literario, que hago todo lo posible por trasladar

al lenguaje poético, con la mayor lealtad,

el mundo íntimo de mis sentimientos y emociones.

Si éstos constituyen, a veces, un mensaje de

belleza y poesía, es asunto para el juicio de

los demás y no el mío.”

-Luis Palés Matos (Seminario de Estudios Hispánicos, Universidad de Puerto Rico)

photo-10 copy

A propósito de la publicación de “La última caricia”

¡Hola! Es con mucha alegría que menciono el nacimiento de mi libro, “La última caricia“. Está disponible en edición digital (La ultima caricia.Amazon.com y La ultima caricia.Terranova Editores); en febrero, 2014, estará disponible en edición impresa. Siento como si hubiera dado a luz a un segundo bebé. Sin embargo, el entregar este trabajo, este libro, al vacío, o al mundo, sabiéndolo ya externo a mí, provoca también un sentimiento inmenso de libertad. Ya no es mío esto que con tanto esfuerzo cargué durante algunos años. Ahora ambos, él y yo, somos libres. Estaremos enlazados siempre, pero nunca nos tendremos nuevamente. Yo podré pensar en otras cosas, exploraré senderos nuevos. Él se hará parte de otros universos, será re-interpretado, visto desde múltiples perspectivas, visitado muchas veces o pocas, siempre de manera distinta, por gente nueva. Tendrá quien lo odie, y también quien lo ame, como todos en esta vida. Representará algo distinto para cada persona que le contemple. Y aunque no sea perfecto, tendrá que ser; deberá existir tal como es, simplemente. Aun cuando me entristezca verlo alejarse, ya lo hace, irremediablemente. Entre él y yo, no habrá otra caricia.   Así debe ser.

Este trabajo está dedicado a todos los seres humanos que han donado su cuerpo a la medicina en plena confianza de la compasión de quien los contempla por última vez. La última caricia es para todas esas voces que ya no hablan físicamente, pero todavía lo hacen a través del gran misterio de la poesía. Humildemente, Gracias.

¡Y a todos ustedes, lectores y mentores, gracias por su apoyo!

¿Por qué escribir “La última caricia”?

Una vez, hace ya mucho tiempo, tomé una clase de anatomía. Tardé mucho en aproximarme a la mesa de metal y lo que contenía –  el cadáver de un hombre que había donado su cuerpo a la medicina para que los estudiantes de aquella escuela aprendieran de él. Me impresionó mucho verle así, allí. No me atrevía a tocarlo. Me provocaba miedo o algo que aun no alcanzo a nombrar. No fue sino hasta recibir una amenaza y regaño de parte del profesor que inicié mi participación en la disección de aquel anónimo que  habría sido alguna vez una persona como tú y como yo, como nuestros padres o nuestros abuelos.

Jamás volví a ser la misma de antes.

Cargué hasta ahora todo lo que me provocó aquel instante tan poderoso. Momentos, por ejemplo, como aquel cuando colocaron en mis manos el cerebro de aquella persona. ¿Dónde había quedado todo lo que había habitado aquel espacio alguna vez? ¿Dónde estaban las memorias de aquel hombre – la primera vez que lo besaron, la primera vez que vio la cara de su hija recién nacida? Tal vez allí seguía, sin que pudiésemos acceder a ello. Escribiendo este libro quise entregarle al mundo esas historias, imaginando (o escuchando) las voces de aquellos que decidieron donar sus cuerpos a la ciencia; y de los estudiantes que deben realizar ese acto tan extraño que es el abrir el cuerpo de otro ser humano para aprender de él.  ¿Qué representa esa transgresión? ¿Lo es? ¿Qué dice de lo que significa ser un ser humano, y de los que somos cuando ya no somos mas que fragmentos sobre una mesa de metal?  Todas esas historias y meditaciones te las entrego a ti, y a todo aquel que interese leerlas, en las páginas de mi libro La última caricia.

Aparte de lo antes dicho, no sé nada. La poesía sigue siendo un misterio, inclusive para quien la escribe.

-Mónica

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s